La sociedad actual, marcada por rápidos avances tecnológicos y cambios constantes, demanda creatividad para abordar desafíos y adaptarse a un entorno en constante evolución. Cuando hablamos de afrontar la mejora de la calidad de vida de las personas, la creatividad se vuelve aún más esencial para encontrar soluciones originales e impulsar el progreso. Rocío García Ramos, CEO de la consultora en innovación Dinngo y fundadora de la plataforma “Design Thinking en Español”, espacio colaborativo sobre el Design Thinking y la Innovación en Español, se autodenomina “solucionadora de problemas” y trabaja a diario, de forma colaborativa, para encontrar soluciones innovadoras a necesidades reales.
Fundación MTP.- Rocío, háblanos sobre ti y cuéntanos cómo surgió tu interés en el Design Thinking qué te llevó a crear Design Thinking en Español.
Rocío García (R.G.).- Descubrí el método de innovación Design Thinking durante el máster en Conceptualización y Desarrollo de Producto que cursé en la escuela Elisava de Barcelona, en 2012. Me enamoré de este método por su capacidad para desarrollar soluciones innovadoras, de forma productiva y en cualquier sector, poniendo en valor determinadas características que nos hacen mejores personas: la empatía, la colaboración y la diversión.
Quise formarme más sobre el tema, pero en aquella época había muy poca información en nuestro idioma. Hasta tal punto que el dominio “www.designthinking.es” estaba libre, a la venta para cualquiera que quisiera comprarlo. Yo siempre llevo una libreta conmigo y, ese día, escribí a página completa: “Voy a crear la plataforma líder en acceso a información sobre Design Thinking para toda la comunidad Iberoamericana”. Y me puse a ello :). A día de hoy, la plataforma ha superado el medio millón de usuarios únicos al año, siendo un referente en acceso a contenidos de calidad sobre Design Thinking, en español.
Fundación MTP.- Cuéntanos brevemente qué es el Design Thinking y porqué es tan relevante en el ámbito actual
R.G.- Resumidamente, el método Design Thinking es una forma estructurada y, desde mi punto de vista, con mucho sentido común, para dar con soluciones exitosas que aporten un gran valor a los usuarios involucrados. Esto, dependiendo de las características del proyecto, puede derivar en un gran aumento del negocio. Es por eso por lo que cada vez son más el número de empresas o colectivos de emprendimiento que se interesan por este método.
Aunque podría extenderme mucho explicando qué es el Design Thinking, voy a destacar tres aspectos principales de su proceso de innovación:
En las primeras etapas del proceso, se busca la identificación de áreas de oportunidad para fundamentar nuestra solución, a través de una investigación exhaustiva que conlleva dos cosas: interacción directa con la realidad de los usuarios implicados, a través de conversaciones, observación del entorno, vivir sus propias experiencias; haciendo que se aumente la empatía. Y, a través de una investigación de tendencias, referentes, competidores, etc., de manera crítica. Buscando inspiración fuera de lo obvio. Todo esto nos permite dar con áreas de oportunidad inexploradas, que dotan de un gran valor a las soluciones que se generan con Design Thinking.
Además, a la hora de idear las soluciones, el Design Thinking orienta a las personas a pensar fuera de la caja, a poner en duda el status quo o cualquier idea preconcebida. A través de técnicas muy conocidas como la lluvia de ideas o las preguntas provocadoras de Edward de Bono, que potencian el pensamiento lateral. Así, se plantean soluciones, a menudo sorprendentes y emocionantes. Algunas de ellas, tan basadas en necesidades y problemas que pasan desapercibidos que, al verlas, piensas: “¿Por qué no se me ha ocurrido esto a mí?”
Finalmente, potencia la cultura del prototipado y testeo. Antes de implementar las soluciones, se crean elementos tangibles que nos permiten compartirlas con usuarios potenciales. Pueden ser representaciones gráficas, maquetas de distintos niveles de calidad, videos, etc. Todo ello, para obtener feedback de las personas usuarias e identificar fallos que son resueltos antes de lanzar la solución. Aumentando así, su éxito, a través de la mejora de la experiencia de usuario.
Fundación MTP.- ¿Cómo crees que el Design Thinking puede contribuir a mejorar la vida de las personas en diferentes contextos?
R.G.- El Design Thinking trata de eso, de mejorar la vida de las personas. Ya que las pone en el centro de la ecuación. Te invita a dejar de suponer qué necesita la gente, para ir directamente a preguntarles. Para, así, entender sus necesidades, sus problemas, sus deseos… Llegando a comprender, de manera profunda el porqué de sus opiniones y sentimientos. Así, somos capaces de crear soluciones que les aporten un valor excepcional.
Fundación MTP.- En tu experiencia, ¿puedes compartir algún proyecto destacado donde esta técnica haya tenido un impacto positivo en la inclusión social?
R.G.- En nuestro caso, el año pasado colaboramos con dos asociaciones diferentes de ayuda a personas con discapacidad, enseñando a sus equipos el método Design Thinking para definir proyectos de innovación social. Que pudieran ser nuevas líneas de acción desde estas organizaciones. Y es que el método, como tal, es perfecto para aplicarlo en el tercer sector. Es por ello por lo que muchas organizaciones lo utilizan. Hace años, por ejemplo, un directivo de UNICEF nos comentó que usaban los recursos de Design Thinking en Español en algunos de sus proyectos.
En esa línea, existe una iniciativa mundial, nacida en la India y denominada “Design for Change”, donde trabajan con niños y niñas para que identifiquen retos sociales en su entorno. Y, siguiendo el proceso de Design Thinking, consiguen dar con soluciones de alto impacto. Transmitiendo a los más jóvenes que pueden ser un agente de cambio en positivo. Algo que los impacta para el resto de sus vidas.
Fundación MTP.- ¿Cuáles son los principales desafíos que has enfrentado al aplicar el Design Thinking en entornos sociales y comunitarios?
R.G.- Personalmente, como al usar Design Thinking las personas se entusiasman, por su cariz colaborativo, productivo, empático y lúdico, aplicarlo siempre es una satisfacción. El único desafío que me he encontrado es cuando te encuentras con personas que intentan transmitir negatividad al equipo, porque hagan muchos juicios de valor o estén cerradas a participar. Pero esto se resuelve contando con una persona que sea facilitadora experta. 🙂
Fundación MTP.- Desde la Fundación MTP trabajamos para acercar las nuevas tecnologías a colectivos que no tienen acceso a ellas ¿Conocías la Fundación y sus iniciativas para reducir la brecha digital?
R.G.- Sí, soy fan de MTP porque es una organización que, de hecho, aplica Design Thinking para mejorar la calidad de sus procesos internos y externos y la experiencia de sus personas empleadas, clientela o entidades colaboradoras. En esa línea, sigo de cerca las actividades que desarrolláis. 🙂
Fundación MTP.- ¿Cómo animarías a las personas a adoptar enfoques de pensamiento centrados en el diseño para resolver problemas que mejoren la vida de las personas?
R.G.- Les diría que se tiren a la piscina y comiencen a aplicarlo. Es lo que hice yo, antes de que existiera la plataforma “Design Thinking en Español”. Pero, ahora, cualquiera que quiera empezar a aplicar el método en su propio contexto lo tiene más fácil. Ya que tiene un sinfín de recursos de calidad, con explicación paso a paso de las técnicas, a golpe de click, en www.designthinking.es
Fundación MTP.- ¿Qué consejo le darías a aquellas personas que buscan utilizar el Design Thinking como herramienta para promover la inclusión y la mejora de la calidad de la vida de las personas?
R.G.- Más que consejo, les daría la enhorabuena :D. Trabajar bajo el enfoque de Design Thinking es algo muy satisfactorio, ya que las personas se entusiasman, al ver que pueden dar con soluciones innovadoras de alto impacto para la sociedad; a la vez que se lo pasan bien. Sí, les diría que hagan correr la voz. Que le expliquen a otras personas cómo lo hacen, que publiquen las soluciones que están generando. Porque, en la inclusión y en la contribución de la mejora social, todas las personas debemos remar en la misma dirección.
Fundación MTP
Redacción